jueves, 15 de enero de 2015

Clasicismo Francés (Exposición y Trabajo Grupal)

CLASICISMO FRANCÉS
·         ANTECEDENTES

El clasicismo es una tendencia que imita modelos griegos y romanos que son considerados perfectos, enfocados en educar a la gente a través del teatro, hacia el buen gusto y la moral. Fue desarrollado en Francia en el siglo XVII el cual tenía carácter pictórico.
Lo que destaca del clasicismo es:
a)      Haberse generado como un freno a la exuberancia y originalidad formal, temática del barroco.
b)      Haber nacido bajo un gobierno absolutista, con protección real conferida a las ciencias, artes y las letras tomándose las cortesanas.
c)      Nacimiento de las Academias
d)      Predomino de la razón sobre la imaginación y los sentimientos.
e)      Trata de expresar de manera sencilla, pero noble y natural.
f)       Búsqueda de la perfección formal, imitando modelos griegos y latinos.
g)      Francia fue el país que mejor asimilo la enseñanza de los clásicos
h)      Inspiración de ciertas normas


La Razón
Orienta la ciencia, moral y la creación artística, suministrándole una estructura rígida, ordenada inclinada al análisis y la claridad sin descuidar el poder de la imaginación
Impersonalidad y Universalidad
Los temas no propios de su autoría, sino que toman aquello que es de todos y de todas las épocas en forma tal que pueda ser comprendido por todo el mundo.
Las reglas
Del estudio de las preceptivas y obras clásicas se dedujeron ciertas reglas que daban el carácter de perfecta a la producción, con el objetivo de formar el buen gusto en el público.
Influjo de la antigüedad

Imitaban temas, argumentos e ideas de los clásicos, pero nunca hicieron replicas, las adaptaron a la mentalidad de la época. 

·         ARQUITECTURA
Destaca la claridad, orden y serenidad frente a lo recargado, es decir una arquitectura sobria y equilibrada, donde el principal cliente es el monarca.
Se deja a un lado la verticalidad barroca para darle una escala más humana, predominando la horizontalidad de cuerpo alargado, con dos alas formando escuadra.

La techumbre se llana de buhardillas que forman cuerpos prismáticos de gran altura.
Los arquitectos representativos tenemos a Jacques Lemercier y Francois Mansart, donde Lemercier combina la esencia renacentista y novedosas soluciones arquitectónicas llegadas desde Italia, entre sus obras destacadas tenemos a la Iglesia de la Sorbona de París (1635-1642).

Francois Mansart pertenece a una familia de constructores, entre sus obras destaca la planta de la Iglesia de Val de Grace (1645) de la que realizo la fachada y la nave, fue terminada por Lemercier.

Se dice que para obtener esta planta, Mansart recurrio  al montaje de las plantas de El Gesú de Vignola y el Redentor de Palladio





·         PINTURA
La pintura escoge los temas nobles y preferentemente inspirados de la antigüedad o de la mitología grecorromana. No obstante, eran también frecuentes los cuadros religiosos. También se cultiva el retrato, comenzando por los del rey, en fastuosas disposiciones, y siguiendo por los de nobles y burgueses que deseaban hacerse retratar.
La composición y el dibujo deben primar sobre el color y el concepto sobre la seducción de los sentidos. Las composiciones son cerradas, tendiendo a un esquema piramidal, con figuras centradas; no se representa con realismo, sino que los personajes se idealizan. Están posando, con tranquilidad, evitándose las posturas forzadas o exageradas tan propias del barroco.

Los cánoces que siguieron fueron:
a)      Predominio del dibujo sobre el color
b)      El espacio se construye mediante planos sucesivos, sin las bruscas diagonalidades barrocas.
c)       Las obras son cerradas, con las figuras colocadas en el centro de la composición.
d)      Las formas son independientes y se distinguen nitidamente.
e)      Evita contrastes violentos y actitudes exageradas
            Los artistas destacados fueron Claude Lorrain y Nicolas Poussin,
            Nicolas Poussin fue un pintor destacado de la época, maestro del manierismo   barroco con pinturas basadas en temas bíblicos, mitológicos, paisajes y escenas           costumbristas, recibiendo la influencia notoria de Domenichino.

En el centro del cuadro aparece Flora, la diosa de las flores, bailando en su jardín         rodeada de las figuras de héroes y semidioses griegos, quienes a su muerte han       sido metamorfoseados en flores. A la izquierda, Ajax se suicida clavándose su            espada porque no ha obtenido las armas de Aquiles. De su sangre derramada nace             una flor, el Jacinto. La joven que levanta los ojos al cielo, hacia el carro de Apolo, es     Clitia, una ninfa amante celosa del dios del sol que se verá metamorfoseada en   girasol para poder seguirlo siempre con la mirada.
            El joven que mira su reflejo en el agua de un gran jarrón es Narciso, quien        enamorado de su propia imagen, murió consumido de amor. La joven que sostiene            el  jarrón es la ninfa Eco, enamorada de Narciso pero rechazada por el joven; su        amor no correspondido la consumirá hasta tal punto que no quedará de ella más     que su voz. En el extremo derecho, aparece un joven armado con una lanza y    acompañado de perros, es Adonis: herido mortalmente por un jabalí, de su sangre    nacerá la anémona. A su lado aparece Jacinto, el hermoso joven amado por Apolo,     quien lo mata accidentalmente con su disco durante una competición y lo             metamorfosea en la flor que lleva su nombre. El bello Crocus y la joven Smilax,            enamorados pero desdichados en su amor, serán metamorfoseados respectivamente en azafrán (crocus sativus) y en la flor que lleva su nombre.
            Claude Lorrain fue otro artista destacado de su época, su especialidad fue el     paisaje, de ambientación frecuentemente religiosa o mitológica. Aunaba el culto a             la Antigüedad clásica junto a una actitud de profunda reverencia hacia la            naturaleza, que muestra en todo momento una serenidad y placidez que reflejan           un espíritu evocador, la idealización de un pasado mítico, perdido pero recreado          por el artista con un concepto de perfección ideal.

Se trata de una escena religiosa. La historia que cuenta es el momento en que Santa Paula (siglo IV) se despide de sus hijos y se embarca en el puerto romano de       Ostia, marchando a Palestina, donde vivirá como ermitaña con San Jerónimo. Pero    el tema religioso es más bien un pretexto para pintar un paisaje. Claudio repitió el       tema de santa Paula en otras dos obras, una conservada en la colección del duque     de Wellington (Strathfield Saye House) y otra en el Museo de los Vosgos (Épinal).
            Es una de las obras más conocidas de Claudio de Lorena, y muy representativa del       tipo de paisaje que realizaban los grandes maestros del clasicismo barroco como      Poussin y el propio Claudio, con arquitecturas monumentales o ruinas enmarcando           una naturaleza casi siempre idílica y apacible. Es característica de Claudio la luz dorada del sol en el horizonte y la pequeñez de las figuras en el ambiente          grandioso que las rodea.
            La composición del cuadro está compuesta de un punto de fuga central (donde se         sitúa el sol), al que conduce el escenario dispuesto en forma de coulisse, de   bastidores teatrales en forma de arquitecturas situadas a ambos lados de la   escena. Dicha arquitectura es anacrónica respecto a la escena representada, ya           que en vez de pertenecer a época romana se corresponde estilísticamente con la    arquitectura renacentista.

·         ESCULTURA
La escultura al igual que la arquitectura, ensalza al soberano y a los grandes artificies de la Monarquía francesa, por lo que destacan retratos, monumentos funerarios, palacios y jardines, los cuales presentan decoración mitológica y alegórica.

Francois Girardon fue una de los escultores representativos de la época, su obra es rígida, no logra dar el dramatismo del maestro italiano Bernini, entre sus obras destacan el Mausoleo del Cardenal Richelieu.

La equilibrada composición situada en la capilla de la Sorbona, a pesar del contrapposto, está contrarrestada por una teatralidad y magnificencia que procede del gusto de Charles Le Brun, que fue quien la diseñó, y al que Girardon se adaptaba perfectamente.
Antoine Coysevox otro escultor destacado de la época, trabajó en Versalles en los jardines y Salones, destaca la escultura de María Teresa de Saboya representada como la diosa Diana. 

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